Los cónyuges necesitan invertir juntos tiempo para hacer cosas, para compartir experiencias, para crear el entorno donde aprender a amar. El amor precisa de contacto intencional, en lo sensible, en lo anatómico, en lo intelectual y en lo espiritual.
Esto provoca un placer mate, seco, que sabe y al unísono no sabe. Es un placer sin deleite. Se tiende a interpretarlo como producto de la falta de la novedad, como del tedio, cuando en realidad es una consecuencia de saltarse esas caricias enardecedoras.
Me considero una joven sensual y seductora, que desprende erotismo por todos los costados. Y pongo mucho empeño y deseo en hacer realidad tus fantasías más íntimas.
Suvarnanabha afirma que asimismo se pueden practicar múltiples métodos estando de pie, sentado o bien acostado en el agua, ya que los hace más simples. Esto puede ser así, conforme Vatsyayana, mas no es apropiado, ya que las personas instruidas lo han proscrito.
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Siempre he sido un leal fiel que la pluralidad sazona la vida. No seas tímido, ni te abochornes, este es el instante de dejar ir cualquier inhibición sexual que tengas. ¿Estás listo de aumentar la temperatura en tu relación? Experimenta y goza del sexo fuera de la habitacion.
El día de hoy la mujer se siente libre de pensar, actuar, decidir y hacer lo que desee, situación que ha provocado una gran confusión, fundamentalmente en los varones, quienes estuvieron acostumbrados a lo largo de siglos a dominar a sus mujeres hasta con la fuerza bárbara.
Una mejor circulación sanguínea tiene, también, un efecto positivo directo sobre la sexualidad femenina. El aumento del flujo sanguíneo en el clítoris lo hace más sensible y eso sólo significa una cosa: el orgasmo es más fácil de alcanzar.
La mayoría de las veces, somos muy estrictos con nosotros mismos, y también con nuestra pareja, y tristemente, la sexualidad no es una salvedad. Numerosas son las demandas que nos ponemos en la sexualidad, por lo que si estamos preocupados por cumplirlas, obviamente nos distanciamos del deseo.
Tendemos a emular la relación sentimental que tenían nuestros progenitores, con modificaciones, de acuerdo al rol desempeñado en la niñez con el opuesto sexual y el grado de toxicidad presente en el proceso natural.
