Porque el amor es la ley de atracción y esa fuerza acorta la distancia entre los enamorados cuyos deseos son cada vez más plenos y satisfactorios. Y la sexualidad es la Unión eterna y jamás terminada, no únicamente con el cuerpo físico sino con el emocional y mental como del espíritu siempre y en toda circunstancia vivo.
