Que Monique. Los rayos de sol atravesaban las cortinas de hilo marrón e iluminaban la mesa donde habíamos dejado nuestras fustas. Era muy pronto todavía y Monique tenía el sueño ligero: cambiaba de lado sin reposo y parecía tener alguna pesadilla.
Un procedimiento muy, muy barato, eficiente y más lúdico es una canica, si rueda por la mesa y cae, la mesa no estaba horizontal y el esclavo/a va a ser castigado por su torpeza, sin poder moverse, o bien tirará lo que tiene sobre su espalda, ganándose un incremento de su corrección.
Me considero una lumi cuidadosa y detallista al máximo. Me gusta preparar mis citas con el máximo esmero y dedicación para ofrecer a mi pareja no solo un servicio sino una atención verdaderamente singular. Soy modelo y azafata de imagen, dedicación que compagino con la de acompañante prudente.
Muchos de los consejos que encuentras en la red prometen darte la habilidad de hipnotizar mujeres o bien trastocar sus estados sensibles. Éstos incluyen oraciones envasadas o historias diseñadas para hacer reír a las mujeres y hacerlas caer en un estado casi hipnótico.
No se trata, pues, como en otras técnicas de liberación de renunciar a un mundo hostil y ficticio sino más bien de someterlo y dominarlo. El Kurlanava Tantra afirma: Así como uno cae al suelo, de este modo también uno puede levantarse con ayuda del suelo. Aquello que esclaviza al hombre puede asimismo liberarlo.
Hola mi nombre es Debhora, soy una preciosa rubia, muy sensual, de cuerpo perfecto. Juventud y sensualidad son mis armas de seducción.
Me gusta el buen sexo compartido implicación, pasión, morbo para gozar los 2 del encuentro. Mis encuentros son únicos e irrepetibles basándome en la naturalidad, seducción feeling y autenticidad.
Una postura efectiva es la mujer encima del hombre con el torso inclinado hacia él. La presión del clítoris sobre su abdomen es muy placentera. Esta posición le deja además supervisar el movimiento, la intensidad y el nivel de fricción.
Esta primera clasificación es esencial, sobre todo para los hombres. Resulta un paso imprescindible para cada hombre el aprender a reconocer, y a advertir todos sus sentimientos, sin avergonzarse de ninguno.
Pero el instinto de supervivencia, no solo es individual, sino más bien colectivo. Somos seres sociales, vivimos en sociedad, de la que formamos y dependemos. No solamente se protege a la especie, sino más bien al ambiente familiar, las amistades y las creencias.
