Una mano aplica lubricación a los genitales con movimientos ascendentes suavísimas, desde la abertura vaginal, por medio de los labios, hasta el clítoris. La otra mano pasa a acariciar los senos y comienza a apretar y pellizcar los pezones a lo largo de 5 minutos.
Tras muchos años de llevar este ritmo de trabajo, dentro y fuera de la casa, llegué a mi límite y exploté. Mi reclamo era que él no hizo nada por ayudar en todo este tiempo y me dejó el bulto entero a mí. Terminé por divorciarme y proseguir sosteniendo a mi familia, menos a uno
La sexualidad es un tema muy complejo. Aunque muchos pacientes y sus parejas conscientemente aceptan de buen modo colaborar con el tratamiento, a veces, de forma inconsciente, se oponen y obstruyen la terapia.
La conciencia pura del Jiva es conocida también como Kutashtha Caitanya, idéntica al Brahman, y se refleja en la psiquis del hombre. Este órgano o bien Upadhi que experimenta el mero reflejo del Brahman se distingue en la filosofía hindú con el nombre de Anthakarana y pertenece al planeta de la Maya.
¿Suena bien, no? ¡Como es lógico! Pero por alguna razón decidió arruinarlo en un par de meses. Por la razón que sea. Si fue por otro pretendiente o bien por una crisis existencial, no lo sé, pero la verdad es que con esas actitudes, lo que logró fue descuartizar algo que parecía muy bueno.
Mi contestación a este respecto sería que, a lo largo de nuestra larga evolución como especie, a las mujeres o a sus genes para ser exactos les ha interesado mucho más aparearse con ganadores, pues su VSR era considerablemente mayor. 181
Los movimientos y las presiones empiezan en los pies y van subiendo hasta llegar a los glúteos. Luego, poniendo sus rodillas sobre estos y traccionando los brazos del paciente hacia atrás, levanta el torso del receptor con el objetivo de estirar su columna.
Los que son sumamente duros, hay que hablarlo, decirlo, exteriorizarlo, lo peor es guardarlo y no saber de qué forma manejarlo y cómo olvidarlo y si se comete el fallo de dejarlos dentro, crecerá como gigante hasta romper las paredes de nuestras mentes.
También ha cambiado, hacía ya unos meses que había comenzado su evolución, tenía temor de sí mismo, de no ser capaz de proseguir como siempre, de dar un paso que lo aterraba, no obstante necesitaba al mismo tiempo volar por su cuenta.
El primero de esos factores es entender la peculiaridad de cada persona a la hora de enfrentarse a la estimulación o al dolor. El uso de unas pinzas puede resultar muy estimulante para una persona. Para otra, no obstante, esas mismas pinzas pueden provocar un dolor bastante difícil de aguantar.
